lunes, 21 de septiembre de 2009

La generación de ensueño consigue el oro soñado

Ginebra, Mayo de 1935: La Federación Interacional de Baloncesto (FIBA), que había sido formada en 1932, organizaba el primer torneo continental de la historia de este deporte. Participaban el anfitrión Suiza, Checoslovaquia, Francia, Bélgica, Italia, Bulgaria, Hungría, Rumanía, Letonia y España, esta como República. Tras superar en la previa a la vecina Portugal, Bélgica y Checoslovaquia la selección entrenada por Mariano Manent se coló en la final donde no pudo con Letonia. Los bálticos se impusieron por 24-18. El equipo español estaba compuesto por los hermanos Emilio y Pedro Alonso Arbeleche, Juan Carbonell, Rafael Martín, Francisco Martínez, Armando Maunier, Fernando Muscat, Cayetano Ortega y Rafael Ruano. España en el primer torneo continental ya era de plata, un color que se convertiría en maldito en las siguientes décadas.

Pero tuvieron que pasar casi cuarenta años hasta que España volviese a disputar una final. Tras un lustro en el que dominaron los equipos de la Europa oriental - Unión Soviética, Yugoslavia, Checoslovaquia, Polonia - tuvo que ser el Eurobasket disputado en casa, en el año 1973 con el legendario Antonio Díaz-Miguel de seleccionador, el que nos volvería a dar una medalla. El equipo liderado por los nacionalizados Wayne Brabender y Clifford Lluyk - tras eliminar en la semifinales a la todopoderosa URSS - se inclinaba en la final ante la potente Yugoslavia de los Cosic, Dalipagic, Slavnic y compañía. De todos modos esta plata puede ser considerada el primer gran éxito del baloncesto moderno español. Estos eran los miembros del equipo: Clifford Luyk, Wayne Brabender, Nino Buscató, Vicente Ramos, Rafael Rullán, Manuel Flores, Luis Miguel Santillana, Carmelo Cabrera, José Luis Sagi-Vela, Gonzalo Sagi-Vela, Miguel Ángel Estrada, Enrique Margall.

A pesar de que poco a poco iban llegando jugadores a la selección que se iban a convertir en auténticos mitos del Basket en nuestro país, tuvieron que pasar otros diez años hasta la siguiente final, disputada en 1983 en la localidad francesa de Nantes. Por primera vez en 34 años ni la URSS ni Yugoslavia se habían clasificado para la final que disputaron Italia y España. Antonio Díaz-Miguel seguía siendo el entrenador de esta mítica selección que un año más tarde se colgaría la plata olímpica en Los Ángeles: Juan Antonio San Epifanio “Epi”, Juan Antonio Corbalán, Fernando Martín, Chicho Sibilio, Nacho Solozábal, Joan "Chichi" Creus, Juan Domingo de la Cruz, Juan Manuel López Iturriaga, Fernando Romay, Josep María Margall, Andrés Jiménez, Fernando Arcega. En esta final del europeo disputado en tierras galas el equipo no pudo con la Italia del gran Dino Meneghin, Antonello Riva, Pierluigi Marzorati y Roberto Brunamonti, los transalpinos se llevaron el oro con un triunfo por 105 a 96.

Tras una medalla de bronce en el último torneo con Díaz-Miguel como entrenador en 1991 no sería hasta 1999, de nuevo en Francia, - ya bajo el mando de Lolo Sainz - que España volvería a una final europea. Fue un curioso torneo de la selección que tras perder frente a Eslovenia, Yugoslavia y Francia en la primera y segunda fase se clasificó para cuartos de final como última de su grupo donde le esperaba la poderosa Lituania. Sin embargo España pudo con los bálticos en un apretado partido para luego imponerse también al equipo anfitrión en semifinales. En la final, de nuevo Italia volvió a ser la 'bestia negra' que impidió el oro. La 'Squadra Azzura' liderada por Gregor Fucka y Carlton Myers, dos de los mejores jugadores del continente por aquel entonces, y apoyados por los jóvenes Andrea Meneghin, Gianluca Basile o Denis Marconato se llevaron la final por 65 a 54. El equipo español estaba formado por Alberto Herreros, Carlos Jiménez, Roberto Dueñas, Roger Esteller, Alberto Angulo, Nacho Rodríguez, Rodrigo de la Fuente, Iñaki de Miguel, Alfonso Reyes, Juan Ignacio Romero, Nacho Rodilla, Iván Corrales.

En el siguiente torneo continental el nuevo seleccionador Javier Imbroda renovó el plantel: Como veteranos seguían Carlos Jiménez, Alfonso Reyes y Nacho Rodríguez, mientras entraban por primera vez en el equipo varios de 'los juniors de oro' que en 1999 se habían proclamado campeones del mundo en esa categoría: Pau Gasol, Juan Carlos Navarro, Felipe Reyes y Raúl López completados por Jorge Garbajosa, Chuck Kornegay, José Antonio Paraíso, Frán Vázquez y Lucio Angulo. En este Europeo de Turquía 2001 el conjunto dirigido por Imbroda sucumbió en semifinales ante Yugoslavia, posterior campeona, pero se aseguraba el bronce ante la Alemania de Dirk Nowitzki.

Dos años más tarde en Suecia 2003 esperaría otra plata agridulce para un equipo - esta vez entrenado por el gallego Moncho López - aún más renovado, pero al que habían vuelto viejas glorias como Alberto Herreros y Alfonso Reyes para aportar veteranía y en el que entraban por primera vez José Manuel Calderón y Roger Grimau (esta era la plantilla: Pau Gasol, Juan Carlos Navarro, Jorge Garbajosa, José Manuel Calderón, Carlos Jiménez, Carles Marco, Felipe Reyes, Rodrigo de la Fuente, Alfonso Reyes, Roger Grimau, Alberto Herreros, Antonio Bueno). El renovado equipo español se deshizo de todos sus rivales sin mayores dificultades salvo la siempre correosa Italia en semis a la que ganó por 81-79. En la final, la mayor experiencia de Lituania, guiada a la perfección por el postrero 'MVP' del torneo Sarunas Jasikevicius, pudo con España que acusó su falta de acierto desde los tiros libres. Pau Gasol fue el máximo anotador del torneo con más de 25 puntos por partido por delante de otras grandes estrellas NBA como Andrei Kirilenko, Dirk Nowitzki o Mehmet Okur.

Tras la decepción del Europeo 2005 en Serbia, donde Dirk Nowitzki con un canastón sobre la bocina nos eliminó en semifinales y luego la Francia de Tony Parker nos vapuleó en el partido por el bronce un año más tarde llegaría el momento que lo cambió todo en el deporte español: La medalla de oro en el Mundial de Japón 2006. Todo un país madrugaba para ver la mayor hazaña en la historia del deporte de equipos español. El gran 'Pepu' Hernández guió a ésta generación irrepetible al oro mundial. Un año más tarde, en el Eurobasket de Madrid 2007, todo estaba preparado para que también - por fín - cayera el oro europeo. España, con el mismo equipo que había arrasado en Japón (Pau Gasol, Juan Carlos Navarro, José Manuel Calderón, Rudy Fernández, Jorge Garbajosa, Carlos Jiménez, Carlos Cabezas, Berni Rodríguez, Felipe Reyes, Marc Gasol, Sergio Rodríguez, Álex Mumbrú.) quería convertir el Europeo 'en casa' en una fiesta. Tras un susto inicial en el que Croacia y Marko Tomás con un triple estratosférico sobre la bocina nos endosaron la única derrota, toda iba rodado hacia el oro para la 'ÑBA'. Pero, nadie había contado con los rusos en la final y sobre todo con un nombre: J.R. Holden. El menudo base del CSKA de Moscú a tres segundos del final se levantaba desde los 6 metros, con 59-58 a favor de España en el marcador, su tiro rebotaba en el aro y tras dar en el tablero caía dentro de la canasta local. Enmudeció el Madrid Arena, pero aún quedaba esperanza y 2,5 segundos por jugar. Como no podía ser de otra manera, Pau se la jugó, con un tiro espectacular a la media vuelta a altura de la personal, pero - al contrario del tiro de Holden - el aro decidió escupir ese balón y el oro se lo llevaban los rusos. A España sólo le quedaba otra amarga plata.

El pasado domingo, 20 de septiembre de 2009, España por fín encontró su oro soñado tras una larga odisea de 74 años y - como no - fue esta generación irrepetible que tantos éxitos nos ha brindado la que lo ha conseguido. Poco hace falta decir del juego de este equipo que, tras un inicio de campeonato horroroso, a partir de los cuartos de final ha mostrado que hoy por hoy en el baloncesto FIBA es imbatible si está al 100%. Mención especial para Pau Gasol, junto a Jordan, Pippen y Duncan único jugador en ganar un anillo NBA y un título FIBA en el mismo año. Máximo anotador, segundo en porcentajes de tiro de campo (64%), segundo máximo reboteador por detrás de Gortat y máximo taponeador del torneo. El '16' de los Lakers no tiene rival en el baloncesto FIBA y ha dado un recital de baloncesto moderno: ni Ronny Turiaf, ni Ali Traoré, ni Schortsanitis, ni Boroussis, ni Krstic, ni Perovic han podido controlar al de Sont Boi que se ha convertido en merecido 'MVP' de este torneo.
Pero este triunfo es de todos. Desde las estrellas, Pau, Navarro, Rudy o Ricky, pasando por lo hombres que hacen el trabajo 'sucio' como Reyes, Garbajosa o Marc hasta los recién llegados Llull, espectacular aportación -especialmente en defensa - la del base madridista, y Claver. Rudy Fernández ha sido incluído justamente con Pau Gasol en el quinteto inicial del torneo junto a tres grandísimos jugadores como Spanoulis, Teodosic y Erazem Lorbek. Personalmente me gustaría declarar mi admiración por el chico de El Masnou, 'Rickybusiness'. Vaya verano para el chico! Que si la NBA, que si el Real Madrid de Messina, que si los Timberwolves, los Knicks o los Kings, y finalmente al Barça. Se vió que Rubio no ha podido prepararse debidamente para este europeo, pero cuando llegó el momento de la verdad la perla de la Penya ha aparecido, primero para dar un recital ante el mejor base uno contra uno del mundo, Tony Parker, al que anuló por completo para seguir imponiendo su ley ante Spanoulis en semis y Teodosic en la final. No olvidemos, señores y señoras, este crío aún no ha cumplido ni 19 añitos... no tiene techo, si se mantiene con los pies en el suelo y no se le va la cabeza.

En general, a parte de saborear el privilegio de ser los reinantes Campones del Mundo y de Europa, este conjunto deja un gran 'feeling' para el futuro, la sensación que aún tiene cuerda para rato con 26 años de edad media y con jugadores que no han estado y son opciones en un futuro como José Manuel Calderón, Sergio Rodríguez, Sergi Vidal, Carlos Suárez, Guillem Rubio y otros. Pero ante todo toca disfrutar de un oro que tanto ha costado conseguir, con seis finales perdidas, alguna tan amarga como la del Europeo de Madrid, y seguir emocionándonos con esta generación de ensueño que - sin duda - nos dará más alegrías y que - en mi modesta opinión - ha cambiado la historia del deporte español (Iker Casillas admitía hace poco que la selección fútbol se había inspirado en los compañeros del Basket) en general. QUÉ GRANDES!

jueves, 17 de septiembre de 2009

Waterloo francés ante una España letal


Decía ayer que los franceses se debieron estar preguntando qué habían hecho para enfrentarse a la selección española en los cuartos de final. Pero ni los más optimistas podían prever lo que sucedió anoche. Francia vivió un Waterloo baloncestístico, como en aquella guerra en dicha localidad belga el 18 de Junio de 1815, que acabó con el imperio de Napoleon Bonaparte. España ha vuelto, y como, ¡a lo grande!

Arranque demoledor de 'la roja' con un Rudy estratosférico desde el perímetro anotando tres de cuatro triples, secundado por otro par de triples de Navarro y Ricky. Mientras tanto el partido se convertía en una pesadilla para Tony Parker que no se aclaraba ante la defensa del 'pulpo' Ricky. El chico de Masnou daba toda una lección de defensa asfixiante ante uno de los mejores jugadores uno contra uno del mundo. Pero no fue sólo el trabajo defensivo del nuevo jugador del Barça lo que anuló a 'Mr. Eva Longoria', si no la defensa de todo el equipo que estuvo muy atento a los bloqueos y las ayudas sobre el MVP de las Finales NBA del 2007.

Cuando los franceses ajustaron un poco su defensa hacia la artillería pesada de España desde fuera, surgió la figura de Pau Gasol. El de Sont Boi ejerció de líder del equipo dando un recital de juego interior ejecutando a todo rival que le salía al paso. El jugador de los Lakers ofreció un espectáculo que muy pocos jugadores de su posición -salvo quizás Tim Duncan y Kevin Garnett- son capaces de dar, mezclando la fuerza, incluyendo un par de mates impresionantes, con un juego de pies único y el arte de un bailarín. 'Gasolina' (28 puntos, 9 rebotes y 11 de 13 tiros de campo) fue el artífice de que España, que no bajó la intensidad defensiva en ningún momento (Rudy al descanso llevaba cinco robos de balón - acabaría con unos números de gala: 16 puntos, 5 rebotes, 5 robos y 2 asistencias), llegara al descanso 15 arriba y con los hombres interiores galos cargados de personales. Un dato muy importante porque Turiaf, Traoré y Diaw son muy importantes en ese equipo aunque la gente amenudo y erróneamente sólo destaque a Tony Parker.

Durante el tercer cuarto los jugadores exteriores seguían nutriendo de balones a Gasol, también Marc y Felipe aportaban su sacrificio en la zona, mientras aparecía Garbajosa con un par de triples letales. Destacar el buen partido de Raúl López, que cuando sustituyó a Ricky seguía ejerciendo una defensa brutal sobre 'Oh-la-la' Parker que acabó el partido totalmente desquiciado. Sólo 'la bestia' Turiaf de Golden State y Ali Traoré - y ambos acabaron eliminados a principios del último cuarto - eran capaces de contrarrestar la defensa española y un par de triples de Boris Diaw pusieron a su equipo a once, pero ahí aparecieron 'La Bomba' y Rudy para sentenciar el partido. El último cuarto fue una fiesta para España y una humillación para los hombres de Vincent Collet.

Con este triunfo España da un golpe sobre la mesa dejando claro que ha vuelto su mejor versión. España, que hasta hace unos días estaba perdida y le costaba anotar en cada ataque, vuelve a asustar. En las apuestas nunca ha dejado de ser el máximo favorito para el oro, pero en la cabeza de los rivales quizás sí lo había hecho. Ahora los contrarios - cuando menos - volverán a respetar a este equipo, que, si juega como es capaz de hacerlo, no tiene rival.

De momento los de Scariolo han asegurado su presencia en el Mundial del año que viene en Turquía. Ahora queda - como decía Marc Gasol - 'lo bonito', luchar por las medallas y está claro que por la mente de todos sólo pasa el oro. 'El oro está en Polonia' como repite en demasía Andrés Montes en La Sexta. Ahora, ese oro hay que ganárselo en la cancha, desde el trabajo, la humildad y la intensidad mostrada en los últimos dos partidos. Hoy el equipo tendrá un merecido día de descanso y podrá aprovechar para estudiar a su próximo rival: Grecia o Turquía (¡vaya partidazo de máxima rivalidad!). Los turcos han realizado un gran torneo y nos han ganado en la primera fase con un equipo lleno de talento. Grecia, aunque sin Papaloukas ni Diamantidis, siempre es Grecia. Yo, puestos a elegir, prefiero a Turquía porque dudo mucho que sean capaces de ganarnos dos veces seguidas y Grecia es un rival que tradicionalmente se nos atraganta. Ahora bien, si se quiere ganar el oro, hay que ganarle a quien sea.

El día que España resurgió en Lodz



"Hemos resucitado un gigante dormido", declaraba el almiral japonés Yamamoto tras el ataque de la flota japonesa sobre la base americana de Pearl Harbor en Hawaii el 7 de diciembre de 1941. Algo similar deberán pensar las restantes selecciones en este Eurobasket de Polonia, aunque realmente nadie ha resucitado a la selección española, tras una nefasta fase previa el campeón del mundo ha despertado a tiempo y ahora tiembla Europa.


Mucho se había escrito en las horas previas al partido entre el anfitrión Polonia y España, partido que por lo ocurrido en la primera y segunda fase se había convertido en una auténtica final: 'Win or go home', así de fácil, ganar, sobrevivir y optar a todo o marcharse para casa en lo que sería un estrepitoso fracaso. Tras unos primeros encuentros en los que hasta la débil Gran Bretaña puso al borde del abismo al mismo equipo que el año pasado puso contra las cuerdas a todo un Team USA liderado por Kobe Bryant, Lebron James y Dwyane Wade. Del cielo al infierno había pasado el equipo. Los medios nacionales que hace escasos días daban el oro por hecho sentenciaban a palos al grupo dirigido por Sergio Scariolo.



El punto de inflexión llegó el pasado lunes ante - una muy debilitada, todo sea dicho - Lituania. Tras otro comienzo desconcertante 'los chicos de oro' por fín encontraron la mejoría en su juego y se desprendieron de los bálticos con cierta soltura. Ahora faltaba confirmar esa mejoría ante el anfitrión, que había sido llevado en volandas por su afición, liderados por un inmenso Gortat. Pero el 'gigante' ya había despertado y entre ellos el 'más grandote' de todos: Pau Gasol. El primer campeón NBA español salió a dar un golpe de autoridad y con siete puntos consecutivos firmó un parcial inicial de 7-0 para España metiéndole el miedo en el cuerpo a los hombres altos polacos. Luego, su mejor amigo y alma gemela en la pista, Juan Carlos Navarro, se dedicó a cerrar el choque desde el perímetro, enchufando hasta el final del partido 7 triples de 9 intentos. 'La Bomba' es el espejo de este equipo, si está inspirado es capaz de ganarle a cualquier rival, pero hasta ahora el culé no había llegado a Polonia. Sin embargo, como se suele decir, los grandes campeones aparecen en las grandes citas, y sin duda Pau y Juanqui lo hicieron.


La inspiración de estos líderes contagió al resto del equipo: Garbajosa ha vuelto a aportar cosas interesantes, aunque su cuerpo ya no responde como le gustaría, su privilegiado sentido del juego equilibra estos defectos. Ricky, aunque sigue algo verde, ha comenzado a mostrar el potencial que tiene y sobre todo sus cualidades defensivas y de correr los contraataques. Rudy se vació en defensa y no hubo necesidad de tirar de su repertorio ofensivo. Felipe, Felipón! El jugador más constante en este europeo siempre suma, lo de 'espartaco' no tiene nombre, sin duda el mejor jugador del mundo que nunca jugará en la NBA, en oficio nadie puede con el pívot madridista. A estos factores hay que añadir los buenos minutos aportados por Mumbrú, inspirado desde los 6,25m y luchando cada balón. Y nos queda el desparpajo de Sergio Llull, un jugador muy criticado por jugarse el último balón contra Turquia, críticas que yo no comparto. El menorquín tiene una intensidad defensiva incomparable, todo casta, y no se acojona, ayer volvió a jugarse el último balón antes del descanso. Me gustaría verle jugar más minutos de base.


El otro lado de la moneda lo forman los jugadores restantes y preocupa especialmente la posición de base: Raúl - que hubiera sido de este jugador sin sus múltiples lesiones de rodilla? - aporta veteranía y temple, pero sigue sin mirar el aro y este equipo necesita desesperadamente su aportación, mientras que Carlos Cabezas está a años luz del base que estabamos acostumbrados a ver en el Unicaja. La decepción más grande hasta ahora para mí es sin duda Marc Gasol. El mediano de los de Sont Boi había realizado una preparación espectacular, pero fue llegar a Polonia y parece que el pívot de los Grizzlies ha sucumbido ante la presión. Se le ve blando, pierde balones incomprensibles, le cuesta ganar la posición y desde la media distancia ni mira la canasta. Sin embargo invita al optimismo pensar de que será capaz este equipo si Marc finalmente se quita de encima este peso y aporta lo que el es capaz de hacer. Por último queda Victor Cláver, un jugador que ha pasado al anonimato, ninguneado por Scariolo, algo que no acabo de entender. Cláver es un jugador diferente a todos los demás, un chico potente capaz de jugar entre el 2 y el 4 pero por alguna razón Scariolo ha decidido no contar con él. Aquí cabe que preguntarse si en este caso no habría tenido más sentido llevarse a Polonia a Sergi Vidal que viene de realizar un temporadón en Vitoria...


De todos modos, esto es lo que hay y en el último partido y medio parece que esta selección ha vuelto por sus fueros. Siguen las dudas tras los primeros partidos, pero no cabe duda que en la concentración francesa se deben preguntar que habrán echo - tras ganar todos sus partidos - para merecerse este rival. Es curioso cuantas paralelas se ven con lo que le había pasado a España en los JJ.OO. de Atenas donde, tras haber acabado la primera fase inmaculada como primera de grupo, se enfrentó a EEUU donde Marbury e Iverson nos fusilaron desde 'downtown'. Claro está, a nadie nos molestaría si una historia similar se volviese a repetir. Francia, con hasta 6 jugadores NBA en sus filas, es un rival duro de roer. No olvidemos que en el último enfrentamiento oficial - en el Europeo 2005 si no recuerdo mal - nos ganó de 30 con un equipo muy similar al que tendremos enfrente esta noche. Un equipo lleno de portentos físicos como Diaw, Pietrus o Battum pero con pocos argumentos técnicos y, sobre todo, con un gran quebradero de cabeza: Tony Parker, un jugador capaz de ganar un partido el solito aunque hasta ahora en el baloncesto FIBA nunca ha sido capaz de ser tan decisivo como lo suele ser con los San Antonio Spurs.


Hoy, a las 21 horas, tendremos más certeza si lo visto en Lodz fue una resurección verdadera o sólo un mero espejismo.