El esperado y ansiado Clásico entre Real Madrid y FC Barcelona ya ha quedado atrás. Atrás también quedaron semanas, sino meses, de fijación mediática en este partido, vendido al espectador cómo el partido del año, el "Messi vs Ronaldo", el partido que decidiría la liga. Resulta curioso que a unos días del final del partido todo el mundo esté de acuerdo en que no hubo partido, en que hoy por hoy el Barça es muy superior al Real Madrid al igual que Leo Messi a CR9. Pero, y yo pregunto: ¿Realmente había gente antes del partido que desconocía esta realidad? ¿De verdad algún madridista tuvo serias esperanzas de poder superar al conjunto blaugrana y en el bando opuesto, algún aficionado llego a dudar de su equipo? Seamos serios, la superioridad azulgrana, hoy por hoy, es incontestable.
Pero más allá del domimino de la entidad presidida por Joan Laporta preocupa la mediocridad del juego exhibido durante el partido que se suponía debía ser una fiesta para el fútbol mundial. Al Barça le bastaron dos destellos de la infinita calidad de Xavi para sentenciar, mientras un Madrid plagado de estrellas no fue capaz de inquietar - salvo alguna acción aislada - a Victor Valdés. La realidad del Clásico es que fue un aburrimiento soberano, punto.
Sin embargo aún inquieta más que éste Real Madrid, eliminado en la Copa del Rey por el Alcorcón (caricatura de Ferrán Martín) y estrellándose otra vez en la Champions contra el Lyon, a pesar de todo ¡¡siga a tan sólo tres puntos del FC Barcelona!! Y por detrás del 'duopolio', ¿qué? El Valencia a 21 puntos en el tercer lugar seguido por el 'todopoderoso' Mallorca que cimienta su éxito sobre sus impresionantes números en Son Moix. Sin embargo hay casi los mismos puntos entre el décimoctavo - es decir el descenso - y el cuarto (22) como entre el segundo y el tercero (21).
Que a estas alturas alguién se atreva a hablar de la Liga BBVA cómo "Liga de las estrellas" o "mejor liga del mundo" es ridículo. La Liga ya hace varios años que ha perdido en calidad, en competividad y en atractivo. A pesar de que una gran parte de los españoles sean o bien del Madrid o del Barça, todo el mundo hecha de menos esas ligas reñidas, por las que competían varios equipos hasta el final, a principios de este milenio. ¿Quién no recuerda esas ligas en las que a pocas jornadas antes de finalizar el campeonato aún había hasta 6-7 equipos luchando por el título? ¿Quién no añora la calidad de equipos como el Valencia, el Atlético, el Celta, la Real Sociead, el Zaragoza o el Deportivo, todos luchando de cara a cara con merengues y culés por llevarse el premio gordo?
Por desgracia, estos tiempos se han acabado. El despilfarro económico ha puesto a muchos en su sitio (como a Celta, Real Sociedad, Zaragoza, Atlético con descensos y leyes concursales) o los pondrá en breve (Valencia, Deportivo) y ha dejado todo el poder financiero en manos de los dos equipos de siempre a los que ninguna crisis, por muy profunda que sea, parece afectar. Por lo tanto, los ricos se han hecho más ricos y los pobres, más pobres. A corto y medio plazo no hay razones que inviten a pensar que ésta tendencia pueda cambiar, más aún viendo que tanto en el Bernabeu como en el Camp Nou ya están preparando presupuestos millonarios para gastarse durante el próximo verano. Lo normal es que La Liga se convierte, si no lo ha hecho ya, en una competición dividida en dos: por un lado la lucha por el campeonato entre Madrid y Barça y por el otro... el resto.
A mucha gente ésto no le parece molestar, pero que luego no se pregunten porque la afluencia a los estadios españoles está bajando de modo dramático, mientras en otros países (Bundesliga, Ligue 1 o Premier League) están batiendo records. Y no señor@s, no nos escondamos bajo el manto de la crisis, la tendencia negativa en la asistencia de espectadores en los campos de Primera y Segunda División, no es algo de ahora, ya se viene produciendo desde hace varios años y se debe principalmente a la falta de espectáculo. La Liga aburre.
Mas allá de toda esta problemática es aún más grave la falta de competividad con las ligas extranjeras. Si la Liga no vende un producto atractivo, los buenos jugadores acabarán marchándose a mejores ligas, donde también, en consecuencia, se podrá ganar más dinero. Para mi ya es un hecho que la Liga ha decaído al nivel de ligas como la Scottish Premier League o la Superliga Portuguesa, pero sin embargo aún vive de viejas rentas que pronto se habrán consumido. Eso sí, aunque la Liga que antaño movía a masas se haya convertido en una mediocridad, siempre nos quedará el consuelo de la selección. Y del Barça, y del Madrid, claro, y de las historias estúpidas de sus respectivos diarios en Madrid y en Barcelona, hasta que nos aburramos todos y ya no haya espacio para la diversidad. Hasta que Barça y Madrid se hayan convertido en lo que Apple y Google para el mundo: Un duopolio que ha destruído a la competencia.
Pero más allá del domimino de la entidad presidida por Joan Laporta preocupa la mediocridad del juego exhibido durante el partido que se suponía debía ser una fiesta para el fútbol mundial. Al Barça le bastaron dos destellos de la infinita calidad de Xavi para sentenciar, mientras un Madrid plagado de estrellas no fue capaz de inquietar - salvo alguna acción aislada - a Victor Valdés. La realidad del Clásico es que fue un aburrimiento soberano, punto.
Sin embargo aún inquieta más que éste Real Madrid, eliminado en la Copa del Rey por el Alcorcón (caricatura de Ferrán Martín) y estrellándose otra vez en la Champions contra el Lyon, a pesar de todo ¡¡siga a tan sólo tres puntos del FC Barcelona!! Y por detrás del 'duopolio', ¿qué? El Valencia a 21 puntos en el tercer lugar seguido por el 'todopoderoso' Mallorca que cimienta su éxito sobre sus impresionantes números en Son Moix. Sin embargo hay casi los mismos puntos entre el décimoctavo - es decir el descenso - y el cuarto (22) como entre el segundo y el tercero (21).
Que a estas alturas alguién se atreva a hablar de la Liga BBVA cómo "Liga de las estrellas" o "mejor liga del mundo" es ridículo. La Liga ya hace varios años que ha perdido en calidad, en competividad y en atractivo. A pesar de que una gran parte de los españoles sean o bien del Madrid o del Barça, todo el mundo hecha de menos esas ligas reñidas, por las que competían varios equipos hasta el final, a principios de este milenio. ¿Quién no recuerda esas ligas en las que a pocas jornadas antes de finalizar el campeonato aún había hasta 6-7 equipos luchando por el título? ¿Quién no añora la calidad de equipos como el Valencia, el Atlético, el Celta, la Real Sociead, el Zaragoza o el Deportivo, todos luchando de cara a cara con merengues y culés por llevarse el premio gordo?
Por desgracia, estos tiempos se han acabado. El despilfarro económico ha puesto a muchos en su sitio (como a Celta, Real Sociedad, Zaragoza, Atlético con descensos y leyes concursales) o los pondrá en breve (Valencia, Deportivo) y ha dejado todo el poder financiero en manos de los dos equipos de siempre a los que ninguna crisis, por muy profunda que sea, parece afectar. Por lo tanto, los ricos se han hecho más ricos y los pobres, más pobres. A corto y medio plazo no hay razones que inviten a pensar que ésta tendencia pueda cambiar, más aún viendo que tanto en el Bernabeu como en el Camp Nou ya están preparando presupuestos millonarios para gastarse durante el próximo verano. Lo normal es que La Liga se convierte, si no lo ha hecho ya, en una competición dividida en dos: por un lado la lucha por el campeonato entre Madrid y Barça y por el otro... el resto.
A mucha gente ésto no le parece molestar, pero que luego no se pregunten porque la afluencia a los estadios españoles está bajando de modo dramático, mientras en otros países (Bundesliga, Ligue 1 o Premier League) están batiendo records. Y no señor@s, no nos escondamos bajo el manto de la crisis, la tendencia negativa en la asistencia de espectadores en los campos de Primera y Segunda División, no es algo de ahora, ya se viene produciendo desde hace varios años y se debe principalmente a la falta de espectáculo. La Liga aburre.
Mas allá de toda esta problemática es aún más grave la falta de competividad con las ligas extranjeras. Si la Liga no vende un producto atractivo, los buenos jugadores acabarán marchándose a mejores ligas, donde también, en consecuencia, se podrá ganar más dinero. Para mi ya es un hecho que la Liga ha decaído al nivel de ligas como la Scottish Premier League o la Superliga Portuguesa, pero sin embargo aún vive de viejas rentas que pronto se habrán consumido. Eso sí, aunque la Liga que antaño movía a masas se haya convertido en una mediocridad, siempre nos quedará el consuelo de la selección. Y del Barça, y del Madrid, claro, y de las historias estúpidas de sus respectivos diarios en Madrid y en Barcelona, hasta que nos aburramos todos y ya no haya espacio para la diversidad. Hasta que Barça y Madrid se hayan convertido en lo que Apple y Google para el mundo: Un duopolio que ha destruído a la competencia.
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